Eterno masculino...

Eterno masculino...

Rodin es conocido por su gusto por las mujeres y, sin embargo, su obra más famosa representa a un hombre: ¡El Pensador ! Inspirado por el arte clásico, esculpe y dibuja a muchos hombres. Bajo sus dedos, los cuerpos masculinos cobran vida… Su musculatura y anatomía se modelan expresiva y sensualmente, retratando fielmente los movimientos de los modelos. Más allá del parecido físico, Rodin expresa a través de estos cuerpos, viriles o andróginos, los violentos tormentos que abruman a la humanidad.

De la vida misma...

En 1877, la representación de un hombre, La Edad del Bronce, provoca un escándalo. El cuerpo del joven parece tan real que se llega a acusar al escultor de haber moldeado directamente sobre el modelo. Esta historia muestra la sutileza y precisión del modelado de Rodin. Considera al cuerpo como un espléndido mecanismo al cual intenta conferir un funcionamiento interno, el de los huesos, los músculos, los nervios, para destacar la vida en la superficie. 

Los cuerpos masculinos de Rodin son de todas las edades y tipos físicos. Algunos son imponentes, con músculos hipertrofiados y hombros muy anchos, como El PensadorAdán o Ugolino. Otros son más delgados, con las costillas ligeramente marcadas por la respiración (La Edad de bronce) o el cuerpo estirado al máximo (El hijo pródigo).

... a la encarnación de una humanidad maldita

De estas variantes, Rodin extrae toda una gama de expresiones que van desde la fuerza (El Caminante) hasta la desesperación más profunda (El adolescente desesperado, El hijo pródigo, Ugolino) o la resignación ante el sacrificio (Pierre de Wissant). Para él, los hombres no son héroes. Sobrellevan la parte que les corresponde de los tormentos infligidos a la humanidad por dioses crueles, como en el caso de Ulises o de San Juan Bautista. Para acentuar esta dramaturgia, Rodin no duda en deformar los cuerpos, exagerar las proporciones de los pies o las manos, a menudo dotadas de una fuerza expresiva propia (Pierre de Wissant).

Con un estilo moderno, Rodin lleva el cuerpo masculino a los límites del expresionismo o de la simplificación formal... sin llegar al clasicismo redescubierto de la Cabeza de Apolo, de Antoine Bourdelle, un antiguo discípulo que se había distanciado de su mentor.

Sélection d’œuvres