Camille Claudel

Camille Claudel

Camille Claudel era una joven y prometedora artista cuando conoció a Rodin a principios de la década de 1880. La escultura ocupa un lugar central en su historia. En el apogeo de estos años de pasión y trabajo, Camille Claudel esculpe obras que pasaron a la posteridad, cuyo desequilibrio y fluidez de las formas revelan un gran virtuosismo. Su obra en general refleja su gusto por la técnica, los materiales de color y la puesta en escena.

Un breve apogeo

Camille Claudel convivió con Rodin durante años de profunda complicidad artística, durante los cuales creó, por ejemplo, el busto de La pequeña Castellana y El gran vals. Clotho, una representación expresionista de una anciana demacrada, refleja la obra de Rodin "La que fue la Bella Armera".

Poco a poco, Camille Claudel desea emanciparse de la tutela de Rodin y dedicarse exclusivamente a su carrera. Se aleja de él, hasta separarse definitivamente del escultor en 1892. Al mismo tiempo crea una obra muy vinculada a su ruptura, La edad madura, una ácida alegoría sobre el paso del tiempo y el peso del destino.

Para afirmar su propia identidad creativa, rompiendo totalmente con la de Rodin, inventa nuevos temas. En estas escenas intimistas y delicadas, inauguradas audazmente por Las Habladoras recrea y trasciende breves momentos de la vida cotidiana. La Ola está bajo la influencia directa de Hokusai y del japonismo. Estas dos obras llenas de energía y de vida figuran entre sus composiciones más famosas.

El fin de la creación

Sin embargo, Camille Claudel sufre dificultades materiales, económicas y de comportamiento, que no le permiten seguir trabajando. Su resentimiento hacia Rodin alimenta su demencia. Internada en 1913, murió en la soledad de sus treinta años de exilio, a los 79 años.

Sin embargo su imagen inspira a Rodin, y a los pocos retratos realizados durante su relación se añaden otros más numerosos y alegóricos (La Aurora), poblados de simbolismo y misterio (Máscara de Camille Claudel con la mano de Pierre de Wissant), que el escultor declina, difunde y reinterpreta continuamente. Por su parte, Claudel deja un único retrato de su amante, perfectamente equilibrado, prueba de su profundo conocimiento del modelo y de las enseñanzas de su maestro.

Sélection d’œuvres