Identificado desde entonces como La Tempestad, este se presenta como una variación alrededor del medio busto de yeso El Grito que el escultor plasma aquí en alto relieve.

Cubierto por un cabello del que emergen el rostro y los hombros, este mármol ofrece un estudio muy preciso, casi anatómico del rostro. La representación del motivo del grito, que se apoya en un análisis profundizado de los rasgos de la modelo, no deja de recordar el ejercicio académico de la «cabeza de expresión» que desgrana las emociones y las pasiones humanas.

Rodin ilustra varias veces este tema en su escultura, así mismo la Cabeza del dolor de 1903-1904 parece lanzar un grito de lamentación, mientras que la Mujer-Pez de 1917 encarna otra forma de expresión.

La obra en el museo