Torso de mujer desnuda tumbada, con una mano en el pecho
Auguste Rodin (1840 -1917)
Tras 1900
Lápiz sobre papel
Alt. 20 cm ; Anch. 31 cm
D.2909
En sus últimos años, Rodin ya no se limita al único contorno depurado, con lápiz seco y fino, levemente cubierto por aguada. Trabaja el modelado con el difumino, su dedo chafando un lápiz de grafito más blando para grisear, borrar parcialmente los rasgos, y lograr pasajes más suaves y menos contrastados, entre la figura y el fondo. Este regreso a un modelado más naturalista caracteriza los dibujos del último periodo de Rodin.
Los efectos de non finito o de sfumato, más o menos sensibles, corresponden al tratamiento de los mármoles, que hacen surgir suavemente las figuras de un fondo indistinto, y hacen eco a las pinturas monocromas y brumosas del gran amigo de Rodin, el pintor Eugène Carrière.